top of page

Responsables a sus manifestaciones.

Conocer y además vivir a Jesús y sus manifestaciones en nuestra vida, nos obliga a asumir responsabilidades recíprocas a ellas.


Marco Tello Betancourth.


-------------------------


La biblia nos narra de un personaje que, sin una explicación previa, tenía y vivía una vida miserable.

Normalmente andaba en las calles caminando desnudo muchas veces, regularmente no se mantenía en su casa, lo más seguro, para los que lo buscaban, era encontrarlo en el cementerio, divagando, gritando. Una vida sin rumbo y sin sentido.

Este hombre estaba poseído por demonios, como la mejor película de terror que pudiera producirse en Hollywood. Normalmente este hombre actuaba como loco, asustando a toda la población y poseía una fuerza sobrenatural ya que lo encadenaban y como hilos rompía las cadenas y los grillos que sujetaban sus muñecas y tobillos y luego se apartaba a las áreas desiertas a pasar sus momentos en la soledad.

Con lo que no contaba este moribundo hombre, sin esperanza, era que ese día en su ciudad tendrían la visita del más grande y poderoso hombre que a pisado la tierra, El Señor Jesucristo, quien acercándose a él le pregunta al demonio que tenía adentro…

¿Cómo te llamas? Pero era una pregunta no al hombre incapacitado y sin voluntad propia, le pregunto directamente al demonio que tenía adentro. Y el líder de los demonios le contesta; “Me llamo Legión, porque somos muchos los que atormentamos a este hombre” y como sabiendo ya ese grupo de demonios su final y destino, le ruegan al Señor Jesús que por lo menos los envíen a poseer un grupo de cerdos que había en el lugar y así mismo les es autorizado y poseen el cuerpo de los cerdos y los conducen al precipicio para que se ahoguen.

Imaginen lo que le estaba pasando en este hombre ese día, un hombre poseído por una legión estaba siendo liberado de una vida maldita y sin sentido. Era el mejor día de sus días.

Cuentan que los vecinos del lugar se reunieron para saber que estaba pasando, la bulla, los comentarios, todos intrigados, llegaron donde estaba Jesús y para gran sorpresa de ellos encontraron al hombre que le llamaban “el endemoniado” sentado, como una persona normal, en su sano juicio, peinado, arreglado, hasta su rostro le había cambiado. Le gente quedo estupefacta y hasta atemorizadas de ver la grandeza que había ocurrido en su ciudad ese día.

Y acá viene la gran lección de esta historia…

El hombre ya restaurado le pide a Jesús que lo deje estar a su lado. Obviamente agradecido por lo que le había acontecido ese día. Pero Jesús le contesta…-“Ve ahora, regresa a tu casa y cuenta cuan grandes cosas ha hecho Dios en tu vida” Y este hombre obedeciendo, toma el camino de regreso a su casa y se va contando las maravillas que habían ocurrido en su vida.

Los milagros, las sanidades, las grandezas que Dios hace en nuestra vida no son para guardarlas en un cofre. Son precisamente para ser contadas. Somos responsables de comunicar TODO aquello que Dios hace en nuestras vidas.


VE Y CUENTA GRANDES COSAS HA HECHO DIOS EN TU VIDA.

NO TE QUEDES CALLADO!!

Ref.: Lucas 8:26-39






 
 
 

Comments


©2021-2025 TGIF. Esta página fue creada y es adminsitrada por EME office.

bottom of page